[Efemérides] – 2 de abril – Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas
El ex Fiscal de Estado (2013-2015) combatió en el conflicto del Atlántico Sur. Hoy, a 41 años de la guerra, destaca la importancia de colocar en un lugar central de las políticas públicas el reclamo de nuestros derechos soberanos sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Por Macarena Sucunza / EAAE
Como cada 2 de abril la Argentina toda se une en el recuerdo de un conflicto bélico que no se olvida. El 2 de abril los argentinos reconocemos y honramos a los veteranos, veteranas y a los caídos en la Guerra de Malvinas y de su mano reafirmamos nuestro derecho soberano sobre el archipiélago. Es una fecha oportuna para revitalizar la memoria colectiva a través de la palabra de quienes pusieron cuerpo y alma y a través de ellos recuperar el legado histórico de nuestra nación.
Miguel Montoya, además de ex Fiscal de Estado del Chubut (2013-2015), es un excombatiente de la guerra a la que llevó la última dictadura militar. “La guerra no te puede dejar como experiencia que las cosas se arreglan de esa manera. El patriotismo está muy ligado a la soberanía y se hace soberanía como sociedad, no desde la fuerza”, dijo en conversación telefónica desde Comodoro Rivadavia, en donde reside.
Con 19 años, después de haber cumplido en 1981 el servicio militar obligatorio en el Regimiento 8, de Comodoro Rivadavia, el 6 de abril de 1982 se subió a un camión militar, junto a otros cientos de jóvenes, camino a lo que sería la peor experiencia de su vida. Horas después, llegaría a Bahía Zorro, en Gran Malvina en donde permaneció hasta la rendición de las tropas argentinas.
“La guerra es el fin de la diplomacia, por eso creo que cuando se habla de patriotismo tenemos que tratar de defender la soberanía de otra manera. Soberanía significa defender lo tuyo desde el rol que te toca, desde la política, pero no desde la fuerza”, insistió.
En esa línea, destacó la necesidad de desarrollar políicas públicas que tomen en cuenta la soberanía sobre las islas y la importancia que tienen en el tablero mundial. “Malvinas tiene una implicancia geopolítica con el estrecho de Magallanes y con las pretensiones del Reino Unido sobre la Antártida. Lo que está en juego en un futuro son recursos minerales y el agua, por eso no será tan fácil que ellos cedan o se sienten a negociar”, consideró.
Todo está guardado en la memoria
Durante el diálogo el ex Fiscal de Estado compartió imágenes que aún perduran nítidas en su memoria: el telegrama de citación que recibió en mano; el ataque diario que enfrentaban desde embarcaciones, los ocho integrantes del pelotón que no regresaron, el desconcierto permanente de no saber cuándo volvería al continente, los minutos contados que les dieron para escribir una carta a sus familias antes de lo que luego fue la rendición, las montañas de armas y cascos, los conscriptos como prisioneros de guerra, la bandera inglesa flameando en las islas…
“El triunfo se condecora y la derrota se oculta, y no podía haber triunfo ante la fuerza de la OTAN. Era una imbecilidad. Lo que se hizo, se hizo a puro coraje. Hoy, después de 41 años, podemos ver el espacio que se le da a la gesta de Malvinas, vemos que hay un traspaso generacional de ese sentimiento. Cuando éramos chicos cantábamos la marcha de Malvinas, siempre había una reivindicación de ese territorio. Después de la guerra vino el silencio. Y ahora hay un rebrote que pasa por la conciencia de los chicos”, destacó.
Pese a ello, aun duda si la sociedad argentina alcanzo a dimensionar lo que implico Malvinas para cada uno de los hombres y mujeres que estuvieron en las islas. “Hoy la sociedad es más consiente y valora más nuestro papel, pero aun así no sé si se comprende la magnitud de lo que nos tocó pasar”, dijo.
Montoya nunca volvió a las islas. “No quisiera ir a Malvinas con un pasaporte, no soy extranjero en Malvinas. Hay compañeros que fueron y me contaron que la experiencia es muy fuerte. Pero tenés una limitación de edad, cada vez se siente más la necesidad de ir, pero los ingleses no ceden en esta situación, ni siquiera en nuestra condición de excombatientes podemos ir sin pasaporte. Es como pedir permiso para ir a tu casa, por ese motivo hasta el día de hoy no volví”.